A sus 15 años, Olivia Mandle, embajadora española del Pacto Europeo por el Clima, inspira a jóvenes de toda Europa y de todo el mundo. Su misión es proteger los océanos, combatir el cambio climático y salvaguardar el futuro de los jóvenes.
Mi mundo: crecer con la naturaleza
Olivia vive con su hermano y sus padres en Barcelona, una ciudad situada junto al mar y flanqueada por impresionantes colinas y bosques. Durante largos veranos junto al mar, descubrió su amor por la naturaleza. «Siempre he tenido una conexión muy especial con el mar, he pasado horas y horas en el Mediterráneo con mi familia. Me encanta hacer esnórquel y observar el fondo marino».
A medida que crecía, empezó a notar que su entorno estaba cambiando. «Cuando era pequeña, no sabía nada sobre los daños medioambientales y el cambio climático. No sabía que existía. Pero sabía que estaba pasando algo en el planeta porque, por ejemplo, me di cuenta de que no solo había más plástico y basura en las costas y playas, sino que cada verano parecía que hacía más calor».
¿Qué estaba pasando? Sus padres le explicaron la influencia que los seres humanos están teniendo en el medio ambiente y, desde entonces, Olivia se ha esforzado por aprender más sobre el cambio climático y hacer lo que puede para proteger el planeta. «Es un problema global que afecta a todo el mundo. Somos los que hemos causado el cambio climático, pero también somos los que tenemos el poder y la obligación de arreglarlo».
Mi acción: defendiendo los océanos y los animales
Siguiendo los pasos de otros jóvenes activistas como Greta Thunberg, Olivia inició la acción climática en casa. Se hizo vegana y toda su familia decidió reducir el uso de plástico, ahorrar energía y dejar de comer carne en casa. Los fines de semana, empezó a ir con su hermano a un bosque cercano para recoger la basura y eliminarla de forma responsable.
A los 13 años, impulsada por su deseo de proteger los océanos, Olivia desarrolló la Jelly Cleaner, un sencillo dispositivo de filtrado flotante hecho de materiales cotidianos: dos botellas de plástico y un par de medias. Cuando el dispositivo se coloca en el océano, el agua pasa a través del tejido de las medias y toda pequeña pieza de plástico (conocida como microplásticos) queda atrapada en su interior. «Me fui al mar y lo probé. Me sorprendió cuando regresé a la orilla y vi la cantidad de microplástico que había recogido. ¡No podía creer que hubiera funcionado!»
A pesar de que el trabajo de recoger plástico llama la atención, lo que más interés suscita es el uso de la Jelly Cleaner. La gente que frecuenta la playa donde Olivia suele ir siente mucha curiosidad por saber cómo funciona, y ella aprovecha esta oportunidad para hablar sobre la contaminación del plástico y la protección del medio ambiente en general. «Crea una cadena de concienciación, recordando a la gente que cada acción, cada paso, por pequeño que sea, puede marcar una gran diferencia».
Desde entonces, Olivia ha empezado a ayudar a otros a hacer su propio Jelly Cleaner. Publicó un tutorial sobre cómo crear el dispositivo en su canal de YouTube, que más de una docena de escuelas de España siguieron en el Día Mundial de la Educación Medioambiental en 2022. Y también utilizaron Jelly Cleaners algunos de los 577 voluntarios que se unieron a la Limpieza del Mediterráneo de 2022 en la Costa Brava, que Olivia ayudó a organizar.
El interés de Olivia por los océanos también la llevó a descubrir que España tiene más delfinarios que cualquier otro lugar de Europa, albergando 102 delfines, y que vivir en este entorno impacta de manera negativa en el bienestar de los animales. Convencida de que los delfines no deberían criarse en cautividad, Olivia decidió pedir al gobierno español que prohíba la práctica, lanzando una petición que actualmente tiene más de 140 000 firmas.
Nuestro planeta: una joven voz liderando esta causa
El año pasado, Olivia se convirtió en embajadora del Pacto Europeo por el Clima. Quería conectar con personas afines de toda Europa, especialmente jóvenes que se preocupan por el planeta. Su objetivo es inspirar a su generación para que reduzca su huella de carbono y utilice su voz para influir a los demás. Durante los últimos dos años, ha realizado numerosas presentaciones sobre la Jelly Cleaner, el cambio climático y la salud de los océanos en escuelas, universidades y organizaciones internacionales en España y más allá, incluyendo UNICEF y Save the Children.
Gracias a su participación en TEDx y otros eventos, Olivia goza de un gran reconocimiento en España y ya tiene 7000 seguidores en Instagram. Incluso fue bautizada como «mini heroína » en 2020 por la organización de conservación Jane Goodall Institute, a través de su programa Roots and Shoots (un movimiento juvenil a nivel mundial).
Olivia se une al creciente número de jóvenes que entienden que el cambio climático les afectará directamente, y que podrían ser la última generación que tenga el poder de mitigar sus peores efectos. «Lo que me anima a seguir luchando es, por supuesto, pensar en mi generación, pero también en mi hermano pequeño, que tiene 8 años. ¿Qué futuro va a tener? Y si tengo hijos, ¿qué tipo de planeta vamos a dejarles?»
Olivia cree que la clave para actuar es encontrar un problema específico con el que identificarse y hablar de ello abiertamente. Esto podría fomentarse con la creación de un grupo en la escuela o siguiendo los pasos de Maria Serra Olivella, estudiante universitaria y compañera embajadora de Olivia del Pacto Europeo por el Clima, participando en huelgas dirigidas por jóvenes.
¿Qué mensaje le daría Olivia a estos jóvenes? «Cualquier persona puede empezar introduciendo cambios en su propio hogar, o incluso en el colegio o en el trabajo. Y esto crea un efecto dominó. El futuro será nuestro, está en nuestras manos en este momento. Tenemos que actuar antes de que sea demasiado tarde, para nosotros y para todas las generaciones futuras».